J. Amaral

La vida es una transformación transitoria.
XVII Bienal de São Paulo, São Paulo, Brasil. 1983.

La pintura de Amaral, fría y evocativa más que pasional, es pura sensualidad, como si pintara no para que su obra la recogieran los ojos sino todos los sentidos enloquecidos de sensualidad. Es una provocación y una venganza: en ella se conjugan y sintetizan lo que aparentemente son los extremos opuestos, ya que el sexo, además de voluptuoso es terrible, el amor es peligroso, el placer y el dolor son una cosa, la delicadeza y la brutalidad, la fragilidad y la afrenta, el regocijo y el sobresalto no son más que partes que componen un todo trascendente que, como todo lo de Amara/, lleva en sí la semilla de lo perecedero, la voluptuosidad y la muerte.

—José Donoso. Santiago, Chile. Marzo 3, 1983.