8 3 Galería del Naviglio, Milán, Italia; galería Albert Loeb, París, donde presenta dibujos en lápiz y en técnica mixta, cajas y objetos; Exposición de Artes Gráficas, Museo La Tertulia, Cali, Colombia (colectiva). 1975 Galería Conkright, Caracas, Venezuela; XXII Bienal de Florencia, Florencia, Italia (colectiva). XXV Salón Nacional de Artes Visuales, Museo Nacional, Bogotá (colectiva). Edición del portafolio “Un paisaje en siete fragmentos”, integrado por siete grabados. París, Le Soleil Noir Éditeurs. Libros, objetos y estampas, galería Singulier Pluriel, Bruselas, Bélgica (colectiva). Galería Belarca, Bogotá; según Ortega Ricaurte, las obras eran “… dibujos con rostros y elementos anatómicos en forma iló- gica” . Galería Adler Castillo, Caracas, Venezuela. 1976 Exposición en la galería Aix, Estocolmo, Suecia; galería del Navi- glio, Milán, Italia. Galería Naviglio Venezia, Venecia, Italia; galería Maia, Bruselas, Bélgica (colectiva); galería Octave Negru, París (colectiva). En la galería del Centro Colombo Americano de Bogotá se exhibe la va- riada colección de telas, tapices y tejidos de Jim y Olga Amaral. 1977 Galería Singulier-Pluriel, Bruselas, Bélgica. Dibujos, guaches y siete aguafuertes que ilustran La noche de Edipo , de Sófocles. A raíz de esta exposición, dos comentaristas escribieron: Desde mis experiencias con Bellmer en 1947 y 1948, Amaral es uno de los dibujantes y grabadores que me impresiona- ron mayormente por su poder de traducir sus fantasmas sobre el espejo del cobre o sobre el papel entelado. En él, la realidad onírica se impone más evidentemente que la reali- dad inmediata, porque en su dibujo, de una gran pureza, se transparenta el discurso vibrante de las pulsaciones sexua- les. Es uno de los pocos que nos muestran que el erotismo es una fuerza, que lo erótico es una vía de conocimiento. La precisión de las imágenes de Amaral, opuesta a la aparente desenvoltura con que son escritas, el rigor del grafismo unido a la inteligencia con que hace sus acer- camientos el artista, el marcado equilibrio de la combi- nación de imágenes, explica, sin duda, su impacto psi- cológico. Su preocupación por la exactitud de sus repro- ducciones de órganos o partes del cuerpo humano que acerca unas a otras sin mezclarlas, no impide al artista jugar a crear equívocos, imágenes dudosas (…) la galería Singulier-Pluriel expone dibujos y guaches de un mate- rial espeso que vuelve rígido el papel ondulante, fijado por unos finos hilos de acero mantenidos por numerosos clavos visibles. Galería Octave Negru, París. En el catálogo de la muestra, Negru observó: Su prodigioso talento para la creación de signos (…) es igualado por un incansable y complejo espíritu experi- mental, el cual puede ser solamente satisfecho por las más sofisticadas mixturas de coloraciones y soportes, y la más meticulosa preparación. La exposición recibió la atención de distintas publicaciones. De acuerdo con Pierre Mazars, del prestigioso diario francés Le Figaro : Cuando un pintor titula sus obras, no es raro que pase al lado del significado que ellas adquieren en el espíritu del espectador. Amaral encuentra la definición que conviene no sólo a cada uno de sus motivos sino también al uni- verso que ha creado: Una mano desvaneciente , Paisaje pintado sobre bruma , Fragmentos incompletos de más- cara … Mejor aún que una descripción, estas cuantas pa- labras dicen todo de aquellos cuerpos esbozados sobre hojas de papel arrugado, parecidas a una tierra usada por el tiempo, surcada de arrugas como un rostro. Michael Gibson reseñó la exposición en la revista Art News : La exhibición de Amaral tuvo lugar en la galería de Octave Negru, y consistió en dibujos y pinturas, todos de una en reconstruir los cimientos del erotismo con una fantasía que está entre el escándalo y el humor. La evocación a la que me he referido sirve para marcar más las diferencias que las semejanzas, la principal de las cuales es que el trabajo del maestro alemán se avecina al mundo de la crueldad y casi del crimen, mientras que el de Jim Amaral se acerca al de la inocencia, con una factura tan delicada, como penetrante e incisiva resulta la obra. (…) Pero partiendo desde un punto de vista puramente grá- fico, la delicadeza del trabajo de Amaral sobre sus hojas recubiertas de estuco hace pensar también en Ingres; en algunas de sus monstruosas anatomías, en donde ya se anuncian aquellas imaginadas por Amaral; el estallido pro- digioso de su juego con las partes del cuerpo. Y así como los miopes se inclinan sobre el detalle para tocarlo más que para verlo, y de pronto sorprendidos y maravillados de encontrarse ante la vecindad de aquello que rompe con las normas y el sentido común se retiran, Amaral nos pone unos lentes para ver lo fantástico y nos subsume en algo que, aunque poca gracia nos haga, tiene la virtud de no rechazarnos a su encanto. El crítico Jacques Leenhardt, al analizar los dibujos, consideró que renovaban la tradición surrealista: (…) Menos lírico y menos barroco que Bellmer, el dibujo de Amaral ofende por su precisión. Como en toda obra profundamente obsesiva, en la de Amaral el detalle se convierte en realidad esencial que invade la hoja blanca, y es a partir de aquí que un mundo se reconstituye. Aquí todavía estos detalles pertenecen al arsenal conocido como erótico, pero su función verdadera en los dibujos de Amaral es jugar como las palabras en una oración, como las notas en un arpegio. El asunto, brutal, es por lo tanto trascender una composición plásticamente correc- ta, asegurada ciertamente dentro del círculo de una obse- sión que se dice todo el tiempo con alegría y angustia. 1972 Regreso a Bogotá. Varios viajes por Colombia. Galería Belarca, Bogotá. Presenta 35 dibujos a lápiz y acuarela sobre papel preparado con gesso , técnica que comenzó a desa- rrollar en París el año anterior. “El tema de la exposición fueron las partes del cuerpo humano que responden sensualmente a nivel psíquico”. Galería Alfonse Chave, Vence, Francia (colectiva); galería Maia, Bruselas, Bélgica (colectiva). 1973 Galería Arta, Ginebra, Suiza; galería Albert Loeb, París, donde presenta una destacada serie de dibujos en técnica mixta, entre ellas Cartas de amor y Reflejos de un monólogo . Museo de Arte Moderno de Bogotá (colectiva). 1974 Nueva temporada en París hasta 1975. Bogotá, c. 1964. DIANE WITLIN
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg5NjMy